miércoles, 18 de julio de 2012


Sobre la Ley General & sus Innovaciones:

La LGE surge en el año 2006 a partir de una serie de manifestaciones ciudadanas y estudiantiles tanto secundarias como superiores, en todo el país. Estas manifestaciones exigían la derogación de la ley de educación anterior llamada: Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), constituida y pensada en Dictadura, la cual estaba idealizada para beneficiar los sectores más favorecidos del país y a la vez, generar exclusión a nivel social general, abriéndose a la privatización de la educación, en todas sus secciones. La intención de esta nueva Ley, que sigue renovándose y del cual todos sus puntos aun no son viables, es un intento por radicalizar la manera de entender la educación, innovando en una parte de lo que la educación general significa, ya que la educación superior aun se mantiene bajo las normas de la antigua Ley, esto refiere que la LGE representa una nueva institucionalidad para la educación general básica y media, donde la educación básica comprenderá de 1er a 6to año, y la educación media será comprendida en seis años, cuatro de formación general y dos de formación diferenciada. Esto comienza a regirse desde 2017. En cuanto a la educación parvularia, toda familia chilena tiene acceso gratuito con financiamiento del gobierno para los primeros niveles de transición, estos son, pre-kinder y kinder.

Los objetivos sobre el curriculum están enfocados a una educación integral del estudiantado poniendo en praxis la educación tanto formativa como cognitiva, siendo controlada y regularizada por el Estado mediante el Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad de la Educación, del cual surgen cuatro organismos que permiten dicha calidad, entre ellos: el Ministerio de Educación, que propone las bases curriculares, los programas de estudio y los patrones de calidad, el Consejo Nacional de Educación, consejo creado con esta nueva ley, que estudia las bases y las reformas que el Ministerio proponga, la Agencia de Calidad de la Educación, también aparece con esta nueva ley, que vela por la calidad de todos los establecimientos educacionales a nivel país y la Superintendencia de Educación, nuevo organismo fiscalizador que regula las normas educacionales, fondos monetarios y cuentas públicas.

En este último punto aparece una nueva regulación hacia los sostenedores de los establecimientos educacionales, haciendo que sólo personas jurídicas, públicas o privadas puedan hacerse cargo de un establecimientos educacional, teniendo que dedicarse solamente a la educación y a ninguna otra especificidad.
Las innovaciones que esta Ley presenta se pueden ver reflejadas en nuevas formas de pensar la educación y el país, estas responden a la multiculturalidad, diversidad y globalización actual, donde las principales reformas resguardan estas nociones mediante el conocimiento y el aprendizaje. Entre ellas, permitir que una educación de calidad, donde se alcancen todos los objetivos generales, esté al alcance de toda persona sin condición social que lo restrinja. A la vez, el Estado fomenta a cada institución educacional a fomentar su propia autonomía, mediante la responsabilidad de quienes la imparten y de quienes la reciben. 

El Estado para promover estos principios equitativos plantea una política de transparencia en cuanto a todo gasto público que tenga que ver con la educación, esta información, está al alcance de todos los ciudadanos.
En este sentido, la LGE se diferencia de la LOCE al ser pensada desde un proceso democrático y exigido por parte de la ciudadanía, donde el énfasis está puesto en mejorar la calidad y la equidad de la educación, siendo el Estado el protagonista y el que resguarda la estabilidad de esta, asegurando un sistema educativo más específico, flexible y amplio. Respetando todos los estadios que la educación posee, desde los parvularios hasta las formaciones diferenciadas como la técnico/profesional, la humanística/científica y la artística.

Luego de esta reflexión sobre las nuevas políticas e ideas sobre la educación, es posible vincularlo con los textos trabajados. Las reformas que la LGE propone son vitales como las expuestas en las Bases Curriculares para las artes visuales, donde el pensamiento del estudiante se vea gradualmente amplificado y vinculado con los contextos históricos en los que este se desenvuelve. Así como lo exponen los textos leídos, las artes en general son un medio y una forma para expresar y pensar el mundo, solidifican la comprensión de quienes estudian, en el sentido de la apertura que el estudiante puede llegar a experimentar mediante los procesos creativos.

La educación y sus reformas son las directrices para conformar una sociedad con inquietudes lúdicas y de pensamiento crítico, y son las herramientas para generar mejores sociedades. El arte, en este caso, es parte del conocimiento expresivo, del cognitivo y del integral, donde la práctica de este genera que el estudiantado se comprenda y defina por lo que expresa y no por los formatos de personalidad existentes.
Las prácticas colectivas del arte llevan a fortalecer la solidaridad entre compañeras y compañeros, vigorizando los vínculos de aceptación y diversidad. En si, no es la solución a todos los problemas de la contemporaneidad, pero si uno de los vehículos para mejorarla. La reformación de las bases curriculares, así como se expusieron en la consulta pública acercarían al conocimiento artístico a las personas desde las bases de la sociedad, generando que este mismo conocimiento se vuelva parte del imaginario social. 
Si el estudiante es instruido desde pequeño en el conocimiento específico del arte, generaría una ampliación de los intereses en su cotidianidad.  A la vez, este ejercicio podría ser observado en el tiempo y ver los beneficios que podrían ocurrir en una comunidad culturizada o abierta al conocimiento desde la infancia. Es expresa la necesidad de incluir a las artes en las bases curriculares de la educación actual, y que estas tomen un rol protagónico en la formación epistémica y expresiva de los estudiantes.

Si la vocación por el conocimiento no es el motor de las reformas de la educación actual y cede a las economías pragmáticas y al tecnocentrismo, experimentaremos lo que en el hoy vivimos: subdivisión social, apatía a la noción de colegio, desinterés por ampliar las capacidades cognitivas, fundamentalismo fanático y displicencia por conformar un sistema de vida lúdico, que se sustente en la creatividad y el espíritu crítico. 

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